domingo, 16 de febrero de 2014

Braña de buenverde invernal

Habré ido 100 veces pero me sigue atrayendo y no puedo evitar visitar esta braña siempre que me acerco por tierras Lacianiegas, esta vez aprovechando una visita de fin de semana alquilé unas raquetas y me dispuse a dar un paseo hasta buenverde y disfrutar de la nieve recién caída  aunque la blandura de la misma hizo que me costara más de lo habitual pero la sensación de sosiego que da la soledad de estos parajes y el gusto de pisar nieve virgen hizo que mereciera la pena.

Excelente día después de mucho tiempo sin ver el sol

A los caballo en Caboalles no les importa la helada para comer

El arroyo de Valdepila ahora parece un verdadero río

Estas vacas disfrutan de la hierba en los comederos improvisados

Al poco de iniciar la subida ya empieza  a haber nieve y es necesario poner raquetas

El camino parece de postal navideña


El peso de la nieve dobla los árboles hasta el suelo haciendo difícil el avance en algunos tramos

Impresionante el efecto de la nieve en las ramas de los abedules

Las bayas de este Capudre sobreviven al invierno

Después de la dura subida por la gran nevada llego a la Braña de Buenverde

La soledad del paisaje proporciona tranquilidad de espíritu

Al menos 1 metro de nieve, aquí se puede ver el corte que hay en el arroyo

El refugio de la braña


Desde dentro del refugio esta es la vista

La pureza de la nieve virgen rodea a las cabañas


Ya de bajada una imagen de la braña de la chiburnial

Y cuando pierdo altura el paisaje deja de estar nevado


No me resisto a acercarme a ver la cascada del mulín de la navicha



La nieve reflejando el sol le da una claridad especial a la devesa
Terminando la rita y dejo a las cigüeñas afanándose en la construcción del nido